De todo el proceso que lleva a una persona a una adicción hay muchas fases por las que pasa en este camino. La fase de deshabituación o abandono de la droga o conducta adictiva es, sin duda, una de las más complicadas. Es en esta etapa cuando aparece el síndrome de abstinencia y los síntomas que de él se derivan. Aun así, acabar con una adicción es posible y son muchas las personas que lo han conseguido gracias a un tratamiento en un centro de desintoxicación. En nuestro artículo de hoy nos fijaremos en cómo se puede dejar el cannabis, una de las drogas más consumidas, especialmente por los jóvenes.
El síndrome de abstinencia al dejar el cannabis
La interrupción del consumo afecta a cada persona de manera diferente, en función de aspectos diversos como la marihuana consumida, cantidad, edad del consumidor o metabolismo. Las personas que fumaron durante periodos muy largos normalmente sufren efectos secundarios más graves que los que no consumieron tan intensamente o que lo hicieron durante menos tiempo. Los síntomas del síndrome de abstinencia al cannabis son tanto físicos como psicológicos. Entre los más habituales encontramos:
- Dolor de cabeza
- Sudoración excesiva
- Náuseas y vómitos
- Ansiedad
- Irritabilidad
- Sensación de tristeza o depresión
- Disminución del apetito
La depresión y el insomnio son los síntomas más característicos del síndrome de abstinencia a la marihuana, así como las pesadillas y la irritabilidad. Respecto a los síntomas físicos, las cefaleas acostumbran a ser habituales y pueden llegar a permanecer durante semanas. La sudoración excesiva es un síntoma que explica cómo el organismo trata de eliminar de forma natural las toxinas que esta droga introduce en el cuerpo.
Consejos para dejar de fumar marihuana
Dejar los porros no es algo fácil de hacer una vez que la persona se ha habituado a su consumo. Sin embargo, hay una serie de consejos indispensables para iniciar el camino hacia la recuperación:
- Para empezar, hay que tener en cuenta que la adicción a la marihuana no puede dejarse de forma abrupta. Hay que hacerlo de forma gradual reduciendo progresivamente el consumo.
- No sustituir una adicción por otra. Por poner un ejemplo, hay personas que comienzan a tomar alcohol sin medida para sustituir la adicción al cannabis.
- Ser consciente de que se vivirán momentos de ansiedad debido al síndrome de abstinencia. Por ese motivo, es recomendable tener otras actividades, por ejemplo, deportivas, que ayuden a estar entretenido y evitar así caer en la tentación de volver a fumar.
- Es muy importante distanciarse de las personas y las situaciones que incitaban al consumo de forma constante. Además de alejarse de esos contactos también hay que evitar los locales nocturnos y sitios donde se fomenta la adicción en cuestión.
- Por último, es necesario entender que los porros no son una droga blanda. Muchas personas creen que fumar marihuana es una forma más de divertirse sin mayores complicaciones. La realidad es que se trata de una droga que genera una fuerte adicción y que afecta negativamente a la salud y la vida del consumidor.
Beneficios que tiene dejar el cannabis
Aunque el proceso de abandonar una adicción no sea fácil sobre todo al principio, los beneficios que llegan con el tiempo mejoran sustancialmente el estado del adicto. Los beneficios más importantes que tiene el cese del consumo de marihuana son:
- Se recuperan las facultades mentales. El cannabis afecta a largo plazo a las capacidades cognitivas como la memoria y la concentración. Como consecuencia de esto, la retención de información se ve alterada. Cuando se deja de fumar marihuana, el cerebro empieza a regenera estas funciones.
- Más sensación de energía. Una vez han pasado varias horas de abstinencia, la persona sentirá que vuelve a estar lleno de energía. En este sentido, el organismo estará más preparado para afrontar el día a día y cualquier tipo de actividad que requiera un mínimo de ejercicio físico.
- El descanso mejora. Dejar los porros permite que el cerebro cuente con un nivel más alto de oxígeno. Esto significa que el descanso mejora y se incrementa la actividad neuronal con un sueño más tranquilo.
- Mejora de las relaciones sociales. Una de las consecuencias más habituales de sufrir una adicción es la pérdida de las relaciones sociales y la destrucción de la confianza. Al dejar el cannabis, la persona se sentirá más capaz de recuperar sus amistades, familiares y otros lazos perdidos.
- Liberación de la dependencia. Otro de los beneficios de dejar el cannabis es la sensación de liberación al terminar con la dependencia. La presión de tener que consumir en todo momento habrá desaparecido. Tener más energía mental permitirá que la persona encuentre más satisfacción, tenga más autoestima y genere más pensamientos positivos encaminados hacia un nuevo estilo de vida más saludable.
- Aumento de los ahorros. Como todas las adicciones, la marihuana también puede generar una gran pérdida de dinero si se abusa de la sustancia. Obviamente, cuando se abandona el consumo los ahorros volverán a crecer ya que no se destinarán a la compra de la droga.
- Mejora de la salud. La adicción a los porros tiene una serie de efectos muy nocivos para el organismo. Por suerte, la interrupción del consumo llevará de forma progresiva a una mejora de la salud del adicto que verá cómo su organismo se va recuperando de forma normal.
- Mayor estabilidad emocional. Otros síntomas negativos del consumo de porros son a nivel psicológico e incluyen depresión, ansiedad, paranoia o cambios de humor repentinos con tendencia a la negatividad. Dejar la adicción favorecerá que estos síntomas mentales desaparezcan con lo que la persona se sentirá en plena posesión de sus facultades.
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