El verano acaba con la implantación de controles antidroga en las discotecas de Barcelona.
A finales de este verano se ha implantado en la entrada de discotecas de Barcelona, siendo estas: Pacha, Shoko, Carpe Diem, Agua, Icebar, Bestial, Opium, Otto, Papillon Club y Up & Down, controles antidroga aleatorios. Estos usan un spray y toallitas que se pasan por las manos u otras zonas, como la ropa, que puedan haber estado en contacto con drogas. Los controles se asimilan a los realizados en las aduanas de los aeropuertos. Cabe destacar, que detectar estas sustancias es difícil si los clientes las llevan escondidas en lugares no visibles como la ropa interior.
Esta no es la única medida de seguridad que han implantado locales nocturnos como los mencionados. Ahora también en muchos de ellos los clientes pueden disponer de alcoholímetros, pagando, para ver si superan la tasa permitida para conducir. Así como, protocolos en caso de acoso sexual y aparatos para la reanimación cardíaca.
El caso de Up & Down
Los controles mencionados se hacen por el resultado de una redada realizada en 2016 en la discoteca Up & Down. En ella encontraron droga en ocho personas. La discoteca de Barcelona estuvo a punto de ser cerrada durante seis meses. También, se le acuso de ser permisiva con la entrada de droga en el local.
Estas discotecas de Barcelona forman parte de la Federación Catalana de Asociaciones dehttps://ccadicciones.es/8-consecuencias-del-consumo-de-drogas-en-la-mente-y-en-el-organismo/ actividades de Restauración y Musicales (Fecasarm). Y con estos controles, quieren mostrar que hacen todo lo posible por evitar la entrada de droga en ellas. De esta manera buscan rehuir casos como el del local Up & Down.
Por ello, los clientes que quieran acceder a los locales no pueden negarse a la realización de estos controles. En caso contrario, no se les permitirá la entrada, de igual modo que si dan positivo en sustancias nocivas.