Cualquier tratamiento de desintoxicación o tratamiento de deshabituación de una adicción se inicia con el objetivo de que el paciente pueda retomar el control de su vida en una reinserción completa. Es habitual que antes de desarrollar la adicción, las personas tuvieran bienes valiosos (como trabajo, relaciones sociales o familiares, mejor salud o dinero) que han perdido debido a la adicción, y eso es lo que se trata de recuperar, además de construir cosas nuevas que resulten motivadoras para el adicto.
También en caso de no tener demasiados bienes físicos o sentimentales, vale la pena empezar un proceso de recuperación de la adicción para obtener una segunda oportunidad de lograr aquellos objetivos que puedan mejorar la calidad de vida.
Uno de los pasos más difíciles es aceptar la adicción y empezar un tratamiento, que suele pasar por las fases de desintoxicación, deshabituación, rehabilitación y reinserción hasta lograr que el paciente regrese a su entorno, etapa en la que se sigue trabajando con un profesional de forma periódica para hacer un seguimiento saludable, no olvidar lo aprendido y evitar recaídas. Pero… ¿es posible llegar a este punto y superar del todo una adicción hasta hacer una vida completamente normal?
La exclusión social como problema
Por desgracia, las adicciones siguen siendo un tabú lleno de estigma y pocas veces se abordan por no profesionales como otra enfermedad mental cualquiera. Mucha gente todavía las asocia con el “vicio” y creen que consumir o haber desarrollado una conducta adictiva es decisión del paciente. Eso hace que muchas personas de alrededor del afectado empiecen a cambiar su actitud respecto al adicto, mostrándose más prejuiciosas, desconfiadas o menos respetuosas. Por diversos motivos, antes de lograr la recuperación, es habitual que se produzca un aislamiento a dos bandas. El adicto está débil, tiene miedo y siente vergüenza o cree que nadie le puede ayudar y prefiere la soledad para no tener que dar explicaciones, y su entorno lo identifica como una persona conflictiva y tóxica, una mala influencia cuyas reacciones son imprevisibles y que tiene poco que aportar.
Estos comportamientos de ambos lados generan una disolución grave de los vínculos sociales y eso puede conducir a una dificultad mayor en la reinserción, pues no hay un entorno estable al que volver. A ello, se suman los posibles problemas al intentar encontrar trabajo, que puede ser más difícil si la empresa encuentra antecedentes penales o algún documento público donde figure su problema con las adicciones.
Toda esta casuística afecta en la motivación del paciente para recuperarse y reinsertarse y puede producirle sentimientos de impotencia, rabia y culpa que le acerquen a posibles recaídas o le generen nuevos trastornos como ansiedad o depresión.
Por ello es muy importante que las personas del entorno del adicto intenten deshacerse de sus prejuicios y se muestren respetuosas, y como un apoyo, transmitiéndole al afectado la confianza en sí mismo que necesitará para recuperarse del todo y volver a vivir de forma plena.
La rehabilitación, paso previo a la reinserción
Para lograr la reinserción, es necesario haber superado antes el proceso de desintoxicación y de deshabituación con éxito, así como la rehabilitación.
En esta fase del tratamiento se hacen evaluaciones periódicas del paciente, incluso una vez ha regresado a su entorno, y se trabaja en su actitud, así como en aquellas aptitudes que puede que haya perdido por culpa de la adicción y sus secuelas.
La mayoría de tratamientos efectivos, que incluyen las cuatro fases mencionadas, duran entre 2 y 5 años. Además de esos procesos, habitualmente también se practica la terapia ambulatoria, que suele ser el proceso más largo (aunque también el menos agresivo o controlador) y que engloba grupos de apoyo, unidades de día o seguimiento en pisos terapéuticos, entre otros.
Según diversos expertos, hasta los dos años no se logra el pensamiento interiorizado de que la adicción no compensa, de que debe ser algo ajeno. Eso se da porque cambiar los pensamientos y actitudes arraigadas que han llevado a la persona a consumir y a mantener su adicción no es nada fácil ni siquiera en pacientes que están al 100% enfocados en recuperarse, así que en los que tienen dudas e inseguridades sobre el proceso, todavía es más costoso.
¿Cómo es el proceso de reinserción?
Durante la reinserción, el paciente va retomando las actividades que, antes de comenzar el tratamiento -e incluso antes de caer en la adicción-, conformaban su la vida diaria y ordinaria de manera organizada. Esta fase se realiza una vez que el paciente vuelve a su entorno y se integra en los diferentes tratamientos ambulatorios que CC Adicciones dispone por todo el territorio.
En este proceso, los profesionales del centro acompañan tanto al paciente como a su familia para guiarlos en el proceso de vuelta a la normalidad. En todo momento él y su núcleo más cercano son aconsejados profesionalmente siguiendo el modelo de recuperación de CC Adicciones.
La reinserción abarca todos los aspectos de la vida del adicto, por ello, para lograrla, hay algunos aspectos clave que son determinantes para el éxito del tratamiento:
- La contención y aceptación por parte de sus seres queridos.
- Comprometerse y ser constante y responsable con los deberes terapéuticos. Asistencia a reuniones, charlas y sesiones de terapia, etc.
- Evitar el aislamiento y lidiar con la nueva realidad, que puede incluir algunos aspectos que no sean agradables pero que no deben lograr que la persona se derrumbe.
- Mantener un contacto estrecho con los profesionales que se han encargado del proceso de recuperación y seguir sus indicaciones.
- Adoptar una perspectiva positiva y optimista. Ver los cambios como una oportunidad de aprendizaje.
Debe hacerse lo posible por evitar las recaídas
Aunque la recuperación de un adicto no es fácil, hay salida, siempre. Así que respondiendo a la pregunta formulada en el titular de este artículo, SÍ es posible lograr la completa reinserción de un adicto. El 86% de los pacientes de CC Adicciones lo ha conseguido.
Con la ayuda adecuada del entorno, los profesionales y de otras personas que ya lo han logrado, recuperar una vida inicialmente truncada por la adicción es totalmente factible, así como mejorarla y redirigirla.
Para evitar pensamientos intrusivos y recaídas es importante seguir las pautas de los profesionales y que el paciente sea transparente con lo que siente. En la misma línea, es clave que el afectado no inicie ninguna fase del tratamiento sin haber superado al 100% la anterior.
De todas formas, hay algunos consejos que pueden ser útiles para minimizar el riesgo de recaídas, como por ejemplo:
- Evitar situaciones de riesgo en las que haya incitaciones o tentaciones.
- Alejarse de las personas asociadas a la adicción.
- Buscar una vida que resulte socialmente estimulante.
- Desarrollar nuevas aficiones.
- Trabajar en la regulación de los estados emocionales adversos con terápia.
- Mantenerse consciente de los beneficios de mantenerse alejado de la adicción.
Si necesitas más información, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Sabemos que la recuperación no es sencilla ¡pero te garantizamos que vale la pena!
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