No caigas en el síndrome de la ventana rota

por CC Adicciones

21-09-2022

¿Qué tiene que ver una ventana rota con el impacto de una adicción en la vida de una persona? A pesar de poder establecer múltiples analogías, en esta ocasión te explicamos la forma de reconducir tu situación para evitar que vaya a peor. Tanto si crees que puedes tener una adicción, como si esta está diagnosticada, si estás en fase de recuperación o si tu objetivo es evitar recaídas, esta lectura será de tu interés.

Ya sabrás que cualquier conducta adictiva trae consigo distintos problemas que afectan muy negativamente a la calidad de vida del paciente. A menudo, la adicción puede aparecer derivada de un trastorno mental o viceversa. Está comprobado que el riesgo de patología dual está muy presente en las personas con adicciones o con alguna enfermedad mental.

Teniendo esto en cuenta, es clave concienciarnos de la importancia de la prevención, el cuidado y la recuperación, no solo con la sustancia o la conducta adictiva en el punto de mira, sino poniendo también mucha atención en las alertas conductuales y en las condiciones psicológicas del afectado.

En esta ocasión, hablamos de una condición que a menudo afecta a los adictos, pero también a quienes sufren patologías como la depresión, entre otras.

¿Qué es el síndrome de la ventana rota?

Este síndrome toma su nombre de un experimento social realizado en 1969 por el profesor Philip Zimbardo, cuyas conclusiones se han aplicado posteriormente en toda clase de contextos: social, urbanístico, corporativo y laboral, e incluso personal y psicológico.

Este experimento se hizo, inicialmente, para observar el comportamiento de un barrio bienestante y de uno conflictivo ante un vehículo “abandonado” estacionado en la calle. Mientras que, en un inicio, el vehículo solo sufrió vandalismo en el barrio conflictivo, al abandonar un coche, tras dañarlo visiblemente, en la urbanización buena, este también sufrió daños adicionales.

¿La conclusión? Al percibir que algo está no solo desprotegido si no también descuidado, la sociedad se muestra más destructiva ante eso. Al percibir algo dañado, las personas pensamos que, si ya está descuidado, no hay por qué actuar con el mismo cuidado o respeto con el que trataríamos algo que está en buenas condiciones. Piensa en el coche de un amigo: si al entrar lo encuentras sucio, no te sabrá mal poner los pies llenos de barro dentro. Si por el contrario está impecable y notas que el dueño lo cuida mucho, tratarás de ser lo más respetuoso posible para no estropearlo.

Trabaja en tu autoestima y recupera tu motivación

Contigo ocurre lo mismo que con este último coche, con el que originalmente se hizo el experimento o con cualquier otra posesión, objeto o lugar. Si no te cuidas o te tratas mal, adoptando y manteniendo hábitos nocivos, tu mismo promoverás un deterioro que cada vez irá a más. Ocurre sobre todo en personas con enfermedades mentales, adictas y/o con patología dual. Sentimientos derivados de estas afecciones como la culpabilidad, la debilidad o vulnerabilidad y el estigma al que se ven sujetas, afecta enormemente. Si no se busca ayuda ante esta situación, la recuperación, aunque posible, será más complicada y dura para el afectado, pues tendrá que salir de un agujero cada vez más profundo.

 

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    Los beneficios de cuidarse

    Para evitar una autodestrucción no deseada, el primer paso es reconocer tu valor y darte cuenta de las razones que tienes para luchar por ti. Dejar que la adicción o la enfermedad te arrastre o te engulla no es una opción y por ello debes encontrar esos motivos que te impulsen a lograr la recuperación.

    El desarrollo de adicciones se considera multifactorial al no existir un solo motivo que sea el desencadenante único. Aun así, está demostrado que las personas que tienen carencias importantes o no tienen una buena calidad de vida -con hobbies e inquietudes o ilusiones, momentos de descanso o con una vida social satisfactoria-, son más propensas a desarrollar una adicción.

    Por ello, una de las mejores acciones complementarias que se pueden emprender para prevenir una adicción, recuperarse de esta o evitar recaídas, es velar por el bienestar de uno mismo. Crear hábitos que nos proporcionen el control de nuestra vida y que aporten satisfacción, mejorará la situación y creará el contexto perfecto para la recuperación.

    No tienes por qué hacerlo en solitario

    Si estás luchando por controlar y superar una adicción o patología dual, lo más recomendable siempre es pedir ayuda profesional. No hacerlo puede ser contraproducente pues los intentos fallidos, que no deben hacerte sentir mal porque forman parte del proceso, pueden provocar sentimientos muy nocivos capaces de hundirte todavía más.

    Lejos de ser una muestra de debilidad, acudir a un terapeuta te dotará de las herramientas necesarias para dejar atrás tu patología de forma segura y duradera. Tal y como hemos comprobado en CC Adicciones, donde llevamos años logrando que las personas recuperen el control de su vida, salir de la adicción es posible siempre.

    Seguir un proceso pautado, desarrollado por profesionales especializados en conductas adictivas, es clave para minimizar los daños colaterales que pude producir una adicción.

    Para ponerle freno al síndrome de la ventana rota y empezar a trabajar en tu recuperación de forma constructiva, ¡ponte en contacto con nosotros! Somos el centro de desintoxicación de adicciones que te ofrece todo lo necesario para lograr la recuperación. Contáctanos a nuestro teléfono 24h o al formulario disponible en nuestra web. Apuesta por ti y lógralo de la mano de los mejores profesionales. Nos pondremos a tu disposición sin lista de espera y adaptando todo el proceso a tus necesidades.

    Hay salida, ¡siempre!

    Por CC Adicciones

    Clínica especializada en el tratamiento de adicciones

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