Qué hacer y qué evitar para ayudar a un adicto

por CC Adicciones

28-10-2022

A menudo, no es fácil identificar un problema de adicción en alguien de nuestro entorno. Aunque hay algunas adicciones muy evidentes, hay otros casos que los adictos llevan en silencio y con relativo secretismo. Por ello, lo más habitual es identificarlo algo más tarde de lo que nos hubiera gustado con una reacción habitual de siempre intentar ayudar al afectado.

La intención es buena y el apoyo es imprescindible, pero al no ser especialistas, a menudo se cometen errores en el proceso. Para no hacer cosas contraproducentes que pueden alejar al adicto de su recuperación, es preciso conocer algunas buenas conductas que seguro ayudarán al paciente y algunos comportamientos que, por el contrario, pueden obstaculizar el proceso de rehabilitación.

A continuación, vemos algunos errores comunes y cómo convertirlos en gestos útiles y productivos.

Afrontar la realidad: Las primeras impresiones

Reconocer en voz alta la enfermedad es un momento muy duro tanto para el adicto como para las personas de su entorno más cercano. Aunque hubiera sospechas previas, exteriorizar el tabú confirma que se trata de un problema que ya no se puede ignorar.

Esta revelación puede venir dada por una confrontación en la que un tercero le haga ver al adicto que tiene un problema o puede ser una confesión por parte del afectado. En ese momento, este externaliza la preocupación que siente al haber identificado el problema y no haber podido solucionarlo por sus propios medios.

De todas formas, lo más común es que el paciente se rinda a la aceptación tras ser inculpado varias veces por su entorno -que le señala un problema obvio mientras él lo niega o le quita importancia; hasta que llega un momento en el que, con resignación, se deja guiar hacia la ayuda.

Tanto si pedir ayuda es iniciativa del adicto como si la petición es de forma guiada, es importante mostrarse muy empáticos con la persona que sufre. Se trata de un momento vulnerable y doloroso que puede venir acompañado de un sentimiento de vergüenza. Por ello, debemos evitar culpabilizar al adicto o compararlo con otras personas, para no empeorar la situación.

La importancia de tumbar prejuicios para ayudar

La adicción no es un vicio, una mala costumbre o una conducta negativa que se elige. La adicción es una enfermedad que, como cualquier otra, requiere de un tratamiento médico guiado por un profesional. Si bien es cierto que hay veces que puede evitarse con una correcta prevención, no todas las personas tienen el privilegio de poder acceder a esta. Aunque el propio adicto pueda haber promovido la enfermedad al no poner medidas, aunque haya sido prevenido por otras personas, decírselo cuando ya sufre la adicción no tendrá ningún efecto positivo.

Se trata de una situación muy delicada y por ello es vital que se actúe de forma cautelosa y siempre en pro de la recuperación del afectado. Todo lo que hagamos debe ser constructivo.

No contactes con profesionales por la otra persona sin su consentimiento

Cuando se da un caso de adicción, es común ver a la persona afectada sentirse débil e impotente ante la situación que sufre. Una adicción es capaz de anular al paciente y habitualmente va quebrando tanto su vida como su personalidad. En esta difícil situación parecería que lo adecuado, para tenderle una mano al adicto, es pedir ayuda por él si este no es capaz, pero esto no debe hacerse sin el consentimiento de la persona afectada.

Puedes pensar que el adicto niega la ayuda por vergüenza, falta de consciencia o lucidez o porque no se siente capaz de someterse a un proceso profesional, y es posible que así sea. Pero para lograr la recuperación, es vital que el paciente sea plenamente consciente de su problema y que quiera empezar un proceso de recuperación concienciado de lo importante que es seguirlo para dejar atrás la adicción.

 

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    Los profesionales podrán ayudar en cierta medida a que el paciente encuentre -o pueda reforzar- la motivación necesaria para curarse, así como darle pautas para mantenerse enfocado en el proceso y comprometido, pero si realmente no cree que existe un problema o que vale la pena combatirlo, el tratamiento no dará ningún fruto.

    El apoyo del entorno más cercano es vital

    Como personas del entorno del adicto, lo que podemos hacer es recordarle los motivos por los que debe esforzarse en superar la enfermedad, proveer un espacio de comunicación abierto en el que el paciente se sienta cómodo para expresarse sin sentirse juzgado y eliminar en la medida que sea posible los obstáculos más evidentes que puedan entorpecer la rehabilitación.

    Siempre pueden hacerse más cosas dependiendo de la situación personal del adicto, aunque debe pensarse en lo que este necesita realmente y nunca en nuestros propias ideas o suposiciones. Pero solo cumpliendo los sencillos requisitos mencionados, ya estamos promoviendo la recuperación porque será solo en un espacio seguro en el que el adicto se atreva a expresarse por completo, lo que hará posible que podamos atacar aquellos problemas que el afectado sabe que son los que más le afectan.

    La recuperación no es un proceso lineal

    A veces, hay personas que lo intentan pero que no pueden quedarse al lado del adicto, pues las recaídas son muy difíciles para el enfermo y su entorno. El proceso de recuperación va muy ligado a la entereza, la paciencia, la perseverancia y la persistencia, pero sobre todo a la esperanza. Es por ello que ver retrocesos resulta tan difícil.

    Aunque a veces lo dudes, tu presencia de apoyo es muy importante para el adicto y eres de mucha ayuda, aunque puedas no siempre sentirte así. La impotencia es también uno de los sentimientos implícitos en el entorno de cualquier adicción.

    Si deseas mantenerte a su lado, motívate pensando en que eres su persona de confianza o una de ellas y uno de sus soportes en los que seguro piensa cuando debe buscar motivos para sufrir la abstinencia. Cuando el adicto piensa en su rehabilitación y reinserción, estás en sus planes de futuro y esas imágenes tienen un gran peso emocional para permitirle seguir y mejorar.

    Ayúdate a ti para poder ayudar

    De todas formas, eso no debe convertirse en una carga donde sientas toda la presión de su recuperación, ese es el trabajo de los profesionales. Si bien cuesta aceptar que no podemos seguir actuando de apoyo, es importante saber hasta cuanto podemos aguantar y hacernos a un lado si la enfermedad ajena se empieza a convertir en propia. Si sientes que es demasiado duro para ti presenciar todo el proceso de cerca y que ya no puedes ayudar o aportar un apoyo constructivo, pide consejo a los especialistas y toma una distancia saludable. A menudo suele ser mejor esto que consumirte al lado del adicto. Esto puede ser fácilmente contraproducente si con el desgaste empiezas a perder la paciencia y a acusarle de la situación o de tus sentimientos de tristeza y agotamiento. Si te cuidas tú, cuando los profesionales te notifiquen que el paciente está preparado para la reinserción, podrás recibirle con los brazos abiertos, ayudar y volver a ser su guía en una etapa nueva y saludable de su vida.

    Para cualquier duda o consulta, los profesionales de CC Adicciones estamos las 24 horas del día en el teléfono 617 200 882 para ayudar. También a través de nuestro formulario. Para las adicciones, existe salida siempre, solo es necesario reunir las fuerzas para dar el primer paso de pedir ayuda y a partir de entonces podrás contar con una gran red de apoyo junto a la que podrás lograr tu objetivo de dejar la adicción. ¡No estás solo!

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    Clínica especializada en el tratamiento de adicciones

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