La Organización Mundial de la Salud (OMS) cataloga la adicción a los videojuegos como un desorden de salud mental. Actualmente, los videojuegos vuelven a estar en el punto de mira después de los últimos casos sucedidos recientemente protagonizados por adolescentes adictos a los videojuegos.
¿Son un problema o un entretenimiento? Pueden ser ambas cosas. Los videojuegos son un ocio para los más jóvenes que los utilizan para divertirse y pasar el rato. Incluso, si se juega con responsabilidad pueden tener beneficios. Ahora bien, un mal uso puede convertirlos en un problema porque se puede desarrollar una conducta adictiva por jugar a videojuegos.
Mi hijo es adicto a los videojuegos: ¿Qué puedo hacer?
Si tu hijo está teniendo una conducta preocupante y crees que puede estar desarrollando una adicción a los videojuegos es recomendable que solicites la ayuda de profesionales expertos en adicciones.
Es habitual que las adicciones comportamentales, las que no dependen de una sustancia sino de una conducta, pasen por alto. Incluso, una vez detectadas es común minimizar su importancia. Por lo tanto, se tarda más en solicitar ayuda porque se piensa que <<no es para tanto>>, pero es importante buscar soluciones porque la adicción a los videojuegos tiene efectos nocivos para la salud, tanto a nivel físico como mental. A parte de las consecuencias que se generarán a raíz de la adicción, la persona será más vulnerable a desarrollar algún problema de salud mental, como depresión o ansiedad.
Prevención adicción: un uso seguro de los videojuegos
Anticiparse a una adicción puede ser complicado porque depende de diversos factores, pero siempre es posible realizar una serie de acciones para prevenir una adicción a los videojuegos y que los más pequeños y adolescentes hagan un uso responsable. En CCAdicciones te ofrecemos algunas recomendaciones, como por ejemplo:
- Establecer normas. Es importante poner límites. No darles libertad absoluta para que jueguen cuándo y cuánto quieran. Han de entender que jugar a videojuegos no está prohibido, pero antes han de haber hecho sus responsabilidades, como sus deberes.
- Controlar las horas que juegan. Fijar unas horas máximas para jugar y es conveniente que no sea un tiempo excesivo. Dosificar los momentos destinados a los videojuegos.
- Promover otro tipo de actividades de ocio. No solo se han de entretener jugando a videojuegos, por mucho que les guste. Hay otras alternativas. Proponle actividades que le agraden y que sean saludables y/o ayuden a estimular su creatividad e imaginación.
- Minimizar el uso de pantallas y de la tecnología. En la sociedad actual, la tecnología tiene un protagonismo total, especialmente entre los que ya han nacido en la era tecnológica. Móviles, tabletas, ordenadores… Forman parte de su día a día. Intenta que se alejen al menos durante unas horas de estas nuevas herramientas para que se sean su única manera de distraerse y que no dependan exclusivamente de ellas cuando quieran entretenerse.
- Conoce a qué videojuegos juegan y con quién. Saber los juegos que más le gustán, cuál es su preferido, si su contenido es apropiado para su edad, si juega solo o con amigos… Son datos que servirán para conocer mejor su relación con los videojuegos.
- Buena comunicación. Es importante mantener una buena relación, que se base en el diálogo y la comunicación para poder evitar una adicción, y en el caso que se produjera a identificarla lo antes posible.
- Concienciar sobre las consecuencias que tienen la adicción a los videojuegos. Adviertele de los peligros que puede suponer un abuso excesivo.
Síntomas de la adicción a los videojuegos
Si presentas dudas acerca de si tu hijo sufre una adicción, te presentamos los síntomas más comunes de la adicción a los videojuegos, como:
- Aislamiento social. Poco a poco se va distanciando de sus amistades y de su círculo más cercano. Va abandonando su lado más social. Prefiere estar solo jugando que en compañía.
- Cambios de conducta. Muestra ira e irritabilidad si no puede jugar a videojuegos. Puede llegar a experimentar el síndrome de abstinencia.
- Abandono de responsabilidades. En el caso de los adolescentes, sus obligaciones académicas. Hay un empeoramiento del rendimiento académico.
- Desatender su autocuidado. No se preocupa por su aspecto físico ni por su higiene personal porque únicamente se centra en jugar. Los demás aspectos de su vida pasan a un segundo plano.
- Fatiga visual. Malestar en los ojos de estar tantas horas en el ordenador jugando. El mirar a una pantalla sin descanso tiene consecuencias negativas para la vista.
- Dolores físicos. El hecho de estar tantas horas enfrente de una pantalla y haciendo los mismos gestos y con la misma postura provocan dolores musculares. Además, como se vuelve un hábito diario que implica muchas horas se promueve un estilo de vida sedentario, perjudicial para la salud.
¿Por qué los videojuegos generan adicción?
Los videojuegos son pasatiempos, pero están diseñados para ser adictivos, para captar la atención de los jugadores y esto es lo que los convierte en interesantes para los más jóvenes. Hay una serie de componentes que dotarán a estos juegos tecnológicos de adictivos.
Visualmente, están diseñados para atrapar a los adolescentes: espacios virtuales perfectamente creados, personajes cautivadores, colores llamativos, infinidad de posibilidades por cada partida que se juega… En definitiva, cuenta una historia con gancho haciendo partícipe al jugador de manera directa en cada aventura. Él es uno de los protagonistas o el único protagonista y puede afectar al curso de la narración. Estos elementos hacen que los jóvenes quieran seguir jugando.
La competitividad es un elemento que contribuye a que un videojuego sea adictivo. Muchas veces se reproduce una conducta de querer ganar y obtener recompensas. Jugar partidas y partidas hasta ganar para tener la satisfacción personal de haber superado obstáculos del juego.
Este tipo de juegos puede suponer una vía de escape para adolescentes, especialmente en aquellos que lo están pasando mal o tienen problemas para relacionarse. Pueden ser un personaje desconocido, sin que nadie los identifique y establecer contacto con otros jugadores.
Hikikomori, el extremo de la adicción
En los casos más extremos de adicción, la persona adicta sacrifica cualquier elemento de su vida que le impida llevar a cabo la acción de jugar a videojuegos. Incluso si esto supone dejar atrás su vida, sacrificar horas de sueño o perder el contacto real con personas. Es lo que se conoce como el síndrome de hikikomori. Este término deriva del verbo «hiki» que significa «atrincherarse», y de «komoru» que quiere decir «entrar».
Los hikikomoris son personas que viven encerradas en sus casas, sin ningún tipo de contacto social más allá de la interacción a través de las pantallas, No acostumbran a salir de casa si no es estrictamente necesario y no hablan con nadie.
Tratamiento adicción videojuegos
Una adicción a los videojuegos requiere de un tratamiento por parte de especialistas para poder dejar atrás este comportamiento. Como se trata de una adicción sin sustancia, no será necesaria una desintoxicación como tal, pero sí un tratamiento basado en la terapia para controlar la conducta. También es importante tratar el origen de la adicción, si se ha desarrollado por dificultades personales, por un problema de salud mental… Será necesario identificarlo para poder tratarlo y así evitar que se utilicen los videojuegos como una salida a los problemas.
Pide ayuda
Si necesitas ayuda profesional para la adicción a los videojuegos, en CCAdicciones podemos ayudarte. Nuestros especialistas en adicciones te ofrecerán un tratamiento para cualquier tipo de adicción, dependencia o trastorno de conducta, y te acompañarán en todo el proceso de recuperación. Contacta con nosotros para empezar una nueva vida, alejada de la adicción.