La ketamina, también llamada Special K o Cat Valium, es un anestésico que farmacéuticamente se presenta como un líquido inyectable y se usa en veterinaria. Este tranquilizante para animales, también se usa en personas en pequeñas dosis ya que, en operaciones menores, actúa como un sedante.
Como ocurre con otros medicamentos, esta sustancia, desgraciadamente, también se emplea como droga. Para fines recreativos, la ketamina, a menudo mezclada con cafeína, efedrina o cocaína, adopta forma de pastillas o capsulas -e incluso de polvo o cristales- y resulta una sustancia muy adictiva con peligrosos efectos secundarios y secuelas.
La ketamina en España
Esta sustancia sintetizada en 1962 se introdujo en nuestro país a finales de los 80 en el entorno de las fiestas rave y techno. Hasta el 2010 sin embargo, esta no se definía como estupefaciente, por lo que su compra y consumo no estaban perseguidos por la ley.
Ese año, a raíz de los datos que surgieron en relación al uso indebido de la sustancia y al aumento del tráfico de ketamina, el Ministerio de Sanidad la incluyó en la lista de psicotrópicos para endurecer su persecución penal, siguiendo una reclamación del fiscal Antidroga de Asturias, José Perals.
Desde entonces se ha complicado el acceso y hay más información y formas de prevención ante su uso indebido y adicción a la sustancia. Aun así, desde 2016, España ha experimentado un repunte de las consultas médicas y admisiones a tratamiento por abuso de ketamina.
Según el análisis ‘Alcohol, tabaco y drogas ilegales en España. Estadísticas 2021’ “el número de admisiones a tratamiento por drogas ilegales en España se encuentra a la alza desde el año 2016 y suma, en 2019, 50.035 casos —de los que 27.492 fueron primeras admisiones y 20.689 con tratamiento previo—. La cifra no era tan elevada desde el año 2013, cuando se registraron 51.945 —28.239 primeras admisiones y 22.577 con tratamiento previo—. El máximo se registró en el año 2010 con 53.434, de los que 26.805 fueron primeras admisiones y 24.611 con tratamiento previo—.”
¿Cuáles son los efectos que se busca obtener de la ketamina y los riesgos reales?
A dosis altas, la ketamina causa intoxicación y alucinaciones similares a las del LSD. Al consumirla, se adquiere una aparente capacidad disociativa del cuerpo y la mente provocando una sensación como de volar.
Uno de los problemas añadidos es que, para para potenciarla y lograr una experiencia psicodélica más intensa, es habitual mezclar ketamina con cocaína o MDMA. Con ello se logra una hiperexcitación, eliminar cualquier sensación de fatiga o incrementar la actividad sexual, entre otras cosas.
El efecto empieza a los 10 o 20 minutos con el efecto de disociación seguido de sensaciones de inconsciencia, amnesia y ausencia o analgesia. La intensidad de estas sensaciones varía según la pureza de la sustancia y la dosis consumida. Aunque los efectos suelen durar alrededor de dos horas, al ser una droga psicodélica y de diseño, siempre es muy complicado predecir su potencia.
Peligros del consumo de ketamina
Además de poder producir enfermedades psiquiátricas y una alta dependencia, el consumo crónico de ketamina puede causar enfermedades renales y problemas de vejiga y próstata. Esta sustancia puede producir inflamación y contracción de la vejiga generando un daño renal potencialmente irreversible y complicaciones como frecuencia, urgencia y problemas para orinar. La ketamina también puede generar cistitis intersticial, vejiga hiperactiva o una reducción de la elasticidad en la misma e incluso lesiones en los riñones.
Entre otros problemas de salud, el consumo habitual de ketamina también puede causar, como secuelas o efectos secundarios:
- Bradicardia, agitación y taquicardia
- Ilusiones, alucinaciones y delirios
- Psicósis, angustia y pánico
- Ansiedad y paranoia
- Hipertensión, arritmias y apnea
- Paros respitatorios y cardiacos
- Alteración de la memoria, la atención y el espacio-tiempo
En algunos usuarios, incluso un consumo mínimo puede ser causante de sobredosis, y esta puede ocasionar polineuropatía, convulsiones, aumento de la presión intracraneal e intraocular, insuficiencia cardiorrespiratoria, trismus e hipertonía muscular.
Sin mencionar que, la mezcla de sustancias, incrementa el riesgo indirecto de sufrir contagios de ETS, accidentes de tráfico, agresiones sexuales o casos de balconing al estar bajo una sobreexcitación fuera de control.
Efectivamente, la adicción y el consumo habitual, incrementan las posibilidades de infarto y pueden promover una temperatura corporal superior a los 40 grados, pudiendo provocar la muerte en ambos casos.
Para evitar y combatir la adicción es necesario la ayuda de un profesional
Los efectos secundarios del consumo de la ketamina y sus secuelas comportan un alto riesgo para la salud. Por ello es necesario detener su consumo antes de desarrollar una adicción o, si ya se ha generado una dependencia, tratarla en cuanto esta sea reconocible.
¿Cómo identificar a alguien que consume ketamina?
Su consumo habitual no es tan sencillo de identificar como, por ejemplo, el de la marihuana, que es más sutil pero revelador pues los efectos permiten realizar actividades cotidianas.
Aunque los signos más evidentes del uso de ketamina son durante el periodo mencionado de dos horas tras el consumo -en el que las alucinaciones y la disociación son claros indicadores-, las dificultades respiratorias o de concentración, y sobre todo la desubicación o la falta de memoria durante el resto del día, pueden señalizar un consumo habitual. Experimentar caídas y golpes, dificultades para comunicarse con normalidad y problemas urinarios habituales, también son síntomas habituales del consumo de ketamina.
Ante la duda y la preocupación, informarse y promover la comunicación constructiva con el afectado es siempre una buena forma de acercarse a la solución.
Buscar ayuda es necesario y salir de la adicción es posible
Una vez identificado el problema, es clave buscar apoyo profesional para evitar situaciones adversas, sobre todo cuando existe una adicción y el síndrome de abstinencia puede ser conflictivo.
Frenar el consumo de ketamina tendrá beneficios a nivel físico, psicológico y familiar, y hacerlo de la mano de expertos como los que constituyen el equipo terapéutico de CC Adicciones es clave para lograr completar el proceso de recuperación. Actualmente somos el centro número uno a nivel nacional con una tasa de recuperación del 86%.
Si necesitas más información, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Sabemos que hacer este paso puede ser difícil y es por ello que nos puedes contactar por el canal que más cómodo te resulte: llamando al 977 809 523 o a nuestro teléfono 24 horas 617 200 882 e incluso, si lo prefieres, puedes enviarnos un correo electrónico al siguiente email: contactosweb@ccadicciones.es o contactarnos a través de cualquiera de nuestras redes sociales.
Recuerda que existe salida, siempre.