El insomnio tecnológico cada vez es más habitual en la sociedad actual. Se trata de un trastorno del sueño vinculado a la tecnología. Por culpa de estar con el móvil, ordenador o tablet, a la persona le cuesta conciliar el sueño. Para muchos individuos, se repite siempre la misma situación. Ir a dormir, pero antes, estar un rato con el móvil. Apenas sin ser conscientes, es de las peores decisiones que podemos tomar. Se pierde el control absoluto por estar mirando vídeos, fotografías, buscando cosas en Internet… Y, casi sin darnos cuenta, nos dan las tantas de la mañana. Lo peor de todo, es que cuando decides que es el momento definitivo de dejar el móvil para irte a dormir no puedes. ¿A qué se debe este fenómeno? ¿Qué se puede hacer para remediarlo? Te lo contamos en CCAdicciones.
CCAdicciones es un centro especializado en la enfermedad de la adicción y ofrece un tratamiento personalizado para poder superar todo tipo de adicciones, ya sea con sustancia o comportamentales, como el caso de la adicción a las nuevas tecnologías.
El móvil y el insomnio
La tecnología no nos deja dormir bien porque nos dificulta el sueño. Afecta tanto a la calidad como a la cantidad. Las pantallas emiten una luz azul que tiene un efecto en nuestro organismo que inhibe la liberación de melatonina. La melatonina es una hormona que se ocupa del ciclo del sueño. Si justo antes de irnos a dormir estamos revisando el móvil será perjudicial porque dificultará la producción de melatonina y costará más conciliar el sueño. Debido a la luz emitida por estos dispositivos, el cerebro interpreta que todavía es de día, aunque lo estemos utilizando de noche, antes de irnos a dormir. Así que, lo sobreestimula e impide dormir correctamente.
Además, un adicto a la tecnología duerme menos porque dedica menos horas a dormir, ya que prioriza estar con su dispositivo móvil. Hay aplicaciones que ya están pensadas para que estemos horas y horas revisándolas, como Instagram, TikTok, vídeos de YouTube… En el mundo virtual encontramos una infinidad de contenidos.
¿Cómo evitar el insomnio tecnológico?
Evitar el insomnio tecnológico es posible. Existen algunas recomendaciones para impedir que la tecnología interfiera en nuestro descanso. Es aconsejable no disponer de ningún aparato tecnológico en la habitación en la que vamos a dormir, ya que no solo nos afecta la luz azul que desprenden estos dispositivos, sino también las luces LED que emiten. También se recomienda dejar de usarlos dos horas antes de irnos a dormir. De esta manera, nuestro cerebro puede desconectar por completo realizando otras actividades que nada tengan que ver con la tecnología.
Por último, puedes activar los filtros que traen los dispositivos para evitar la luz azul de las pantallas para minimizar los efectos negativos en nuestra salud y activar el modo nocturno de los teléfonos para que la luz no sea tan potente.
La prevención: el factor clave
Para evitar el insomnio tecnológico es importante anticiparse a la adicción a las nuevas tecnologías para usarlas correctamente. Hay pequeñas acciones que podemos hacer que ayudarán a no caer en el uso compulsivo de aparatos tecnológicos. Silenciar las notificaciones para no estar todo el rato pendiente, salidas breves de casa sin el móvil, restringir las horas de utilización, etc.
¿Cómo afecta la adicción a las nuevas tecnologías?
La nomofobia es el miedo irracional a no tener el móvil. Proviene del término «no-mobile-phone-phobia». Un mal uso de la tecnología puede desembocar en un abuso y en una adicción. Algunos de los efectos más habituales que produce son los siguientes:
- Falta de concentración y disminución de la memoria
- Aislamiento social que perjudica el círculo social de la persona y todas sus relaciones sociales porque está centrado en el mundo virtual
- Problemas físicos, como dolores de cabeza, de espalda o fatiga visual por culpa de estar tantas horas mirando una pantalla y en la misma postura
- Apatía y agresividad
- Descuido de obligaciones y responsabilidades. La prioridad es pasar tiempo en Internet, dejando así de lado tareas diarias de la persona, ya sean laborales, académicas o incluso en aspectos pertinentes al ámbito de la vida privada.
Tratamiento adicción a las nuevas tecnologías
Ante un caso de adicción a la tecnología es fundamental reconocer la dependencia. De hecho, es el primer paso para superar este trastorno. Identificar y certificar que padeces una adicción al móvil, a las redes sociales o a estar conectado a internet es necesario porque si no nos identificamos como adictos y pensamos que el uso que le estamos dando a la tecnología es «el normal» no seremos conscientes del trastorno, no nos reconoceremos como adictos y, por consecuencia, no buscaremos una solución.
Es habitual tener dudas acerca de la adicción a las nuevas tecnologías. En primer lugar, porque las adicciones comportamentales siempre son más difíciles de detectar y se tarda más en pedir ayuda. Se suele pensar que porque no se consume ninguna sustancia son menos perjudiciales, pero es un mito. En segundo lugar, porque la tecnología tiene una alta disponibilidad y una baja percepción de riesgo. Casi todo el mundo tiene acceso a la tecnología y no solo esto, sino que además forma parte de la vida diaria. Erróneamente, se cree que algo tan extendido y generalizado no puede conllevar efectos tan negativos.
El tratamiento para este tipo de adicción se hace con un seguimiento personalizado y con una intensidad de terapia muy elevada. El objetivo es que el paciente recupere el control total de su vida. En una primera visita gratuita, te aconsejaremos sobre el tipo de tratamiento personalizado a seguir para dejar la adicción a las nuevas tecnologías.
Pide ayuda YA
El momento de pedir ayuda es ahora. No hay que dejarlo para luego. Cuanto antes se solicite ayuda profesional para iniciar un tratamiento, más fácil será el proceso de recuperación. Así que, no lo dudes y ponte en contacto con nosotros. Puedes llamarnos a nuestro móvil disponible las 24 horas para cuando más nos necesites: 617 200 882. Estamos a tu disposición siempre, sin importar el día o la hora. Nuestra prioridad eres tú.