El 5 de febrero de 2004, un visionario estudiante de la Universidad de Harvard, Mark Zuckerberg, lanzó Facebook. La promesa de su creación era disponer de un espacio para compartir y comunicarse fácilmente aunque entonces fuera imposible prever las repercusiones que ha tenido.
Facebook, Twitter, Instagram, Whats App y otras redes sociales han facilitado nuestra forma de comunicarnos. Su eficacia, rapidez y capacidad de difusión las han convertido en herramientas de expresión útiles, pero ¿dónde está la línea entre lo funcional y lo abusivo?
Tratándose de redes sociales el concepto “adicción” es aún controvertido y aún no se ha dado con una definición única. Sin embargo hay consenso en que ciertos usos siguen patrones que claramente los equiparan a una conducta adictiva.
Adicción a las redes sociales
- Uso que supone la pérdida de control. ¿Cúantas veces y con qué frecuencia se necesita acceder a una o más redes sociales?
- Afecta al normal funcionamiento cotidiano recurrentemente. Un ejemplo: la falta de sueño
- Se combina con un marcado desinterés por el entorno, bajo rendimiento en las actividades cotidianas y cambios emocionales
Se considera la conducta como patológica cuando aparecen signos de abstinencia ante la imposibilidad de usar las redes sociales, como ansiedad o irritabilidad.
En CC Adicciones creemos que es importante recordar que las redes sociales son útiles y que no hay que dejar usarlas pero siempre teniendo en cuenta que son herramientas a nuestro servicio. Si tenéis dudas podéis solicitar una primera visita gratuita.