La dependencia a las drogas y la adicción: ¿Qué diferencia existe?

por CC Adicciones

05-03-2021

En el mundo de las drogas y el consumo de sustancias tóxicas existe todo un universo de términos para referirse a cada hecho. Entre ellos, la dependencia a las drogas y la adicción son dos de los más conocidos y utilizados a nivel general. Aunque muchas veces suelen ir juntos por su significado similar, no se refieren exactamente a lo mismo. Dependencia y adicción son dos estadios distintos en los que puede encontrarse una persona que consume drogas. Mientras que el primero implica la primera fase de una dependencia física y/o psicológica, la adicción es el segundo paso con un nivel de gravedad mayor. Hoy te explicamos las diferencias entre un término y otro y cómo pueden diferenciarse mútuamente.

¿En qué consiste la dependencia a las drogas?

La dependencia a las drogas se da cuando con el consumo reiterado de un estupefaciente se convierte en un hábito. En este sentido, se refiere a la necesidad de continuar tomándolo para evitar padecer los efectos que puede provocar la abstinencia a éste. En función de la naturaleza de la sustancia y las características del individuo, puede provocar síntomas fisiológicos y/o psicológicos.

La dependencia fisiológica es una consecuencia derivada del consumo de drogas que hace que el organismo se adapte a una determinada sustancia. La dependencia psicológica, en cambio,  se basa en todas las situaciones que afronta una persona dependiente cuando toma la sustancia o padece una conducta adictiva. Por lo que respecta al primer hecho, difiere en duración e intensidad según la droga consumida. Pero pasado un periodo de tiempo determinado la sintomatología desaparece. Por otro lado, en cuanto al segundo hecho, tiende a permanecer durante un período más largo. Aquí reside pues, la importancia de incidir durante el proceso de rehabilitación en la gestión de los aspectos psicológicos asociados al consumo de una sustancia o a una conducta adictiva.

¿Qué es la adicción exactamente?

En términos técnicos, la adicción es una enfermedad crónica que hace que la persona afectada sea incapaz de abandonar el consumo de una sustancia o una conducta nociva. A pesar de ser consciente de las consecuencias negativas que produce y vive cada día, sigue realizando este hábito. La repetición del consumo está vinculada a una pérdida del control y produce consecuencias colaterales como problemas en el trabajo, conflictos familiares y dificultades sociales. Cuando la enfermedad es muy grave, se puede llegar a poner en peligro hasta la vida del adicto por la necesidad de consumir la sustancia o realizar la conducta adictiva en cuestión.

Cuando se padece una adicción, casi de forma exclusiva, la única motivación existente en la vida del adicto es el consumo de la droga o la realización de la conducta adictiva. Por ello, se acaba dejando de lado las obligaciones y las actividades que antes le generaban satisfacción. El enfermo pierde la capacidad de controlarse ante la sustancia y de gestionar su propia vida. Si bien la presencia de una dependencia a las drogas en una persona no significa que sea adicta, padecer un trastorno adictivo sí que hace que la persona se vuelva dependiente a ellas.

El paso de la dependencia a las drogas a la adicción

Tal como hemos explicado, la dependencia a las drogas es un paso previo necesario antes de llegar a la adicción. Por esta razón, las consecuencias para una persona que padece de dependencia a las drogas no serán tan graves como las que llegue a padecer un adicto. En la  primera situación, ésta seguirá conservando el control sobre sí misma, mientras que en la segunda situación no le será posible.

Al poseer aún el control sobre su vida, la persona con dependencia a las drogas seguirá teniendo otras motivaciones además de la necesidad de consumir. En cambio, cuando ésta se vuelva adicta, experimentará pensamientos recurrentes sobre el consumo y cuándo tendrá otra posibilidad de volver a hacerlo.

Otra diferencia muy significativa entre la dependencia a las drogas y la adicción es cómo se lleva a cabo el tratamiento de desintoxicación. En el primer estadio, una vez se ha realizado el proceso de rehabilitación y la deshabituación, el paciente no debería volver a perder el control sobre su vida, si es que se ha producido.

La dependencia como tal, no se considera una enfermedad crónica. La adicción, sin embargo, sí que se considera dentro de esta clasificación. Por esta razón, el paciente que padezca un trastorno adictivo debe realizar un seguimiento continuado sobre su estado de salud durante toda su vida con el fin de evitar recaídas. Si después de pasar por un proceso de desintoxicación vuelve a consumir la sustancia o a realizar la conducta adictiva aunque sea sólo una vez, casi con total seguridad volverá a experimentar una pérdida del control.

Consecuencias colaterales del consumo de drogas

Un aspecto que debe tenerse en cuenta siempre, ya sea en la fase de dependencia a las drogas o en la de adicción, es la tolerancia. Ésta implica que para sentir los mismos efectos que causa la sustancia o la conducta adictiva la primera vez, el consumidor deberá incrementar progresivamente el número de dosis. Por otra parte, padecer el síndrome de abstinencia vinculado a ellas también es una posibilidad muy real.

Estos dos aspectos son de carácter fundamental y se deben considerar seriamente durante el proceso de desintoxicación. Tanto si la persona padece de dependencia a las drogas como de un trastorno adictivo, debe saber que es posible dejar de consumir para siempre. En CCAdicciones contamos con los mejores profesionales para ayudar a las personas a recuperar el control y volver a vivir la vida en plenitud.

Por CC Adicciones

Clínica especializada en el tratamiento de adicciones

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