La situación de confinamiento que se vive en España desde hace unas semanas está teniendo repercusiones a muchos niveles. El más importante es en términos sanitarios. El confinamiento se aplicó para reducir la posibilidad de contagio del Covid-19 entre personas al mínimo posible. De esta forma, se espera dar un respiro a los hospitales y profesionales de la salud y así evitar el colapso del sistema sanitario. A la vista de la información disponible, la estrategia ha tenido resultados en ese aspecto. Esa es la cara positiva del confinamiento. Sin embargo, también encontramos repercusiones económicas y laborales, resultados del confinamiento, claramente negativos. Son las dos caras de una misma moneda.
Con el periodo de cuarentena, las personas están obligadas a quedarse en casa y para muchas la responsabilidad de cómo ocupar su tiempo es un reto. Es evidente que esta situación ha cambiado para todos el ritmo de vida y la adaptación a esta nueva forma de cotidianidad se hace en función de muchas y variadas circunstancias. Y en ese contexto aparecen sectores de la población que, de un día para otro, se han descubierto vulnerables o han visto como se agudizaban de forma dramática problemas que ya tenían.
Los riesgos de la adicción se proyectan en múltiples situaciones. Hay que ser consciente de que, por muchos motivos, el #YoMeQuedoEnCasa puede promover el aumento o la recaída en una adicción. Y entre las adicciones más destructivas y fácilmente accesibles desde casa, la ludopatía encuentra en pantallas y teclados de cualquier medida pozos sin fondo para el tiempo y los recursos económicos de personas y familias.
Vivir el confinamiento como un peligro
La situación de cuarentena ha provocado el cierre de locales de todo tipo. También de aquellos locales de apuestas donde antes acudían los ludópatas. Ahora, en cambio, no pueden acceder a ellos y buscan otros métodos de satisfacer su adicción, el juego online está allí para actuar como válvula de escape primero, como trampa después. El casino y el poker online se han disparado durante el confinamiento. Uno de los motivos que explican lo que está pasando tiene que ver con el estado mental que están viviendo muchos adictos o simples aficionados al juego en sus casas.
Las consecuencias del confinamiento, principalmente tener que pasar todo el tiempo en casa, están afectando psicológicamente a muchos. Esta situación está provocando que las personas con más riesgo de adicción no puedan gestionar correctamente la ansiedad e irritabilidad producidas por la situación … o la abstinencia. Esto las lleva a recurrir al juego online como vía de escape a su estado actual. Otras personas se encuentran con que, por un lado, no pueden jugar presencialmente y, por otro, que están con familiares que les impiden jugar online. La situación ha desembocado en un aumento en las llamadas de auxilio a los centros de tratamiento de adicción a la ludopatía, porque cada vez el control se hace más difícl y además se afecta la convivencia de manera clara.
Crece la búsqueda de ayuda
Desde el comienzo del confinamiento las llamadas de personas solicitando terapia online para el tratamiento de la ludopatía se han multiplicado. No solo llaman los propios afectados, también lo hacen sus familiares, en algunos casos desesperados porque están observando un aumento de la adicción o el principio de un enganche que se atribuye al encierro. En este sentido, también está creciendo el volumen de terapias online por videollamada, tanto individuales como grupales, como única forma actualmente de poder tratar la adicción con los pacientes. A esto hay que sumarle una atención telefónica constante como herramienta para que los adictos al juego no se sientan solos y puedan recaer.
El impacto de la publicidad
En la situación actual de confinamiento donde se pasa todo el tiempo en casa es habitual que se pasen más horas frente al televisor o con dispositivos móviles y portátiles. Esto está provocando que estas personas se vean más expuestas a todo tipo de publicidad online. Hasta los más jóvenes que utilizan el ordenador para hacer los deberes o para jugar a videojuegos reciben con frecuencia mensajes de este tipo. El resultado de lo que llevamos de cuarentena ha sido la aparición de nuevos adictos al juego y la recaída de personas que se encontraban en tratamiento.
Frente a esta situación, el Gobierno aprobó hace unos días un decreto para limitar la publicidad de los juegos de azar y las apuestas online. Esta medida afecta a la radio y la televisión, así como también a Youtube y otras plataformas de intercambio de video. El decreto prohíbe la difusión de publicidad de este tipo durante todo el día, a excepción de la franja de una a cinco de la madrugada. El Gobierno argumenta esta decisión con el objetivo de proteger a la ciudadanía más vulnerable a la sobreexposición de esta publicidad. Dicha medida estará vigente solo mientras dure el estado de alarma, que puede terminar el 26 de abril.
En cualquier caso, la medida es el reflejo del auge del problema del juego compulsivo, de hasta qué punto es difícil mantenerse al margen de una tentación constante y más accesible que cualquier otra ocupación ara un tiempo de «encierro» en el que no parece haber necesidad de orden ni normas.
Más un problema que una ventaja
Y es que, en vez de ver el confinamiento como una oportunidad para abandonar su adicción, algunos pacientes lo viven como un obstáculo más. Lo que hacen es no dejar de pensar en cómo pueden buscar una manera de volver a jugar. Por otro lado, muchos de los que consiguen vencer a la tentación de jugar están cayendo en otras adicciones, siguiendo la regla de que «un clavo saca otro clavo», nada recomendable en esta situacion. Pueden pasar demasiads horas jugando a videojuegos, comprando compulsivamente por internet o consumiendo alcohol de forma abusiva. Estas actitudes se pueden explicar porque la mayoría de jugadores padecen un trastorno que implica un comportamiento compulsivo.
Otro aspecto que está dificultando mucho el confinamiento para algunos jugadores es la relación con sus familiares. Con la situación actual, estas personas se ven obligadas a pasar todo el día con sus familias, siendo conscientes de que, en algunos casos, el impacto destructivo de su enfermedad ha sido muy alto para toda la familia. La tensión en estas casas es a penas soportable.
La adicción no solo genera un gran sentimiento de culpabilidad, también resentimiento en el entorno más próximo. El aumento general de la agresividad y malestar en estos hogares provoca que la asistencia y ayuda telefónica y/o online sea más necesaria que nunca. En CCAdicciones contamos con los mejores profesionales para ayudar a las personas a las que la ludopatía les está haciendo la vida imposible. Hay salida, siempre.