La heroína es una de las drogas más consumidas en el mundo, y también una de las más peligrosas. No sólo por su capacidad adictiva, sino también por las consecuencias que genera tanto fisiológicamente como psicológicamente. Hoy te contamos los riesgos que entraña el consumo de heroína para la salud.
Qué es la heroína
La heroína está catalogada como una droga opiácea, es decir, un estupefaciente derivado del opio. Su ingrediente principal reside en la morfina, una sustancia de origen natural con una capacidad de adicción muy elevada. En cuanto a su elaboración, normalmente se distribuye en forma de polvo blanco o marrón, o como una sustancia de color negro a la que se le denomina “alquitrán negro”.
Además, debido a la gran popularidad y consumo de la heroína alrededor del mundo también es conocida con muchos otros nombres. Como por ejemplo, la hache, el diablo, caballo, reina y azúcar negra, big H, horse, hell dust o smack.
Cómo afecta la heroína al organismo
Existen múltiples vías de administración de la heroína en el cuerpo. Sin embargo, las más conocidas y utilizadas son mediante la aspiración (esnifar rayas) y la inyección en vena de droga. Cada una de ellas tiene sus propios riesgos y conlleva unos peligros y daños para la salud incalculables.
Una vez la persona consume heroína, esta circula por todo el organismo hasta llegar al cerebro. Cuando accede a esta parte, se adhiere a unos receptores cerebrales conocidos como opioides. Unas células que son las responsables de la gestión de las sensaciones físicas, además de otras tareas vitales. Como por ejemplo, la experimentación del dolor, del placer, la variación del ritmo cardíaco, la aparición del sueño y el control de la respiración.
Cuando la heroína interviene los receptores opioides, altera su funcionamiento normal. De modo que la estabilidad tanto física como psicológica de la persona queda modificada a causa de este fenómeno ajeno. Las sensaciones aumentan su magnitud, desaparece el cansancio, aumentan los latidos, entre otras características. Todos estos hechos son propiciados por la droga y son lo que se conoce como los efectos de la heroína en el organismo.
Consecuencias de la heroína
Al principio, los individuos que consumen heroína experimentan una sensación de euforia muy acentuada. Les invade un estado de placer extremo y cuentan con una gran cantidad de energía que necesitan gastar para volver a un estado “normal”. Este fenómeno también se conoce como rush.
A pesar de las sensaciones agradables que produce, el consumo de heroína también comporta consecuencias graves para la salud. Su afectación y nivel de gravedad se determinan a partir de ciertas variables. Como por ejemplo, el número de dosis consumidas, la frecuencia, la forma de consumo, el tiempo de adicción, etc. Todos los efectos de la droga se clasifican en efectos a corto plazo y efectos a largo plazo.
Efectos de la heroína a corto plazo
Entre sus consecuencias más comunes después del consumo, la heroína puede causar:
- Sequedad bucal
- Aumento de la temperatura corporal
- Enrojecimiento de la piel
- Sensación de pesadez de los brazos y las piernas
- Mareos, náuseas y vómitos
- Pérdida de facultades mentales
- Confusión por pasar de un estado de vigilia a un estado semiconsciente de forma alterna
Efectos de la heroína a largo plazo
Cuando una persona consume heroína durante mucho tiempo, se considera que tiene una adicción o dependencia hacia esa droga. Entonces, el cuerpo empieza a experimentar los efectos del estupefaciente a largo plazo. El organismo se va acostumbrando a esta sustancia extraña y crea una nueva necesidad biológica.
- Episodios de insomnio
- Colapso de las venas por exceso de droga inyectada
- Daños en el sistema nasal cuando la droga es aspirada o inhalada
- Aparición de infecciones en el pericardio y las válvulas cardíacas
- Inflamación de los tejidos y secreción de pus
- Malestar estomacal y estreñimiento
- Probabilidad de padecer enfermedades en el hígado y en los riñones
- Probabilidad de padecer daños en los pulmones, además de una neumonía
- Trastornos mentales basados en la depresión, la ansiedad, el comportamiento antisocial y otros factores
- Disfunción eréctil en el caso de adictos de género masculino
- Irregularidad en el ciclo menstrual en el caso de adictos de género femenino
La sobredosis
La heroína es una de las drogas con más capacidad de generar una sobredosis. Ésta ocurre cuando el individuo consume una cantidad de la sustancia más elevada que la que el organismo puede procesar en poco tiempo. Si se produce y no se detiene a tiempo puede causar la muerte.
Al padecer una sobredosis de heroína, la respiración de la persona disminuye considerablemente, e incluso puede llegar a detenerse. En consecuencia, se produce el fenómeno conocido como hipoxia. El cerebro deja de recibir la cantidad mínima necesaria de oxígeno para funcionar, ocasionando así, daños severos sobre el organismo. Entre ellos se incluyen la posibilidad de sufrir un estado de coma y los daños cerebrales permanentes.
El síndrome de abstinencia
Consumir droga en cualquier cantidad y durante un largo período de tiempo es malo para la salud y pone en riesgo la vida de la persona. Pero también lo es dejar la droga de golpe. Cuando aparece una adicción, deben tomarse las medidas adecuadas para no generar daños innecesarios al organismo. De otro modo, puede aparecer el síndrome de abstinencia. Un trastorno que genera efectos físicos y psicológicos en la persona por dejar de consumir una sustancia tóxica que se ha vuelto necesaria para el funcionamiento normal del cuerpo.
Los efectos del síndrome de abstinencia de la heroína son:
- Inquietud constante
- Dolores elevados en el sistema muscular y en los huesos
- Problemas para conciliar el sueño
- Vómitos y diarrea
- Pérdida del calor corporal y el efecto “piel de gallina”
- Espasmos y movimientos sin control en las piernas
- Deseos de consumir de nuevo y posibilidad de recaída
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