A pesar de sus efectos psicoactivos sobre el cerebro y su capacidad adictiva, las drogas han llegado a casi cualquier parte del planeta. En la actualidad, se puede hablar de que existe un consumo masivo de estupefacientes sin que resulte extraño, ya que su presencia en la mayoría de sociedades se ha normalizado. En algunos casos, hasta puede que exista controversia al hablar de las consecuencias de las drogas más populares cuando intervienen tanto las legales como las ilegales. Hoy te hablamos de ellas, de sus características y de cómo actuar ante una situación de consumo de sustancias tóxicas.
El crecimiento de la adicción a las drogas en todo el mundo
La cantidad de drogas que existe hoy en día es casi infinito, y el número de lugares a los cuales llegan también se extiende hasta una cifra muy elevada. Sin embargo, prácticamente todas ellas coinciden en un aspecto. Tienen la capacidad de acceder al cerebro y alterar su funcionamiento normal junto al del sistema nervioso de las personas para crear un comportamiento repetitivo: La adicción.
La dependencia a las drogas no es un fenómeno moderno, sino que existe desde siempre, o desde el principio de la historia del ser humano. Y, hasta hoy, se ha demostrado que tanto la dependencia como los trastornos adictivos cambian radicalmente y sin excepción el estilo de vida de los individuos. Algunos estudiosos incluso, hablan de un fenómeno sociológico, ya que el consumo de drogas nunca incide de forma individualizada.
Cuando se habla de las drogas más populares, no se hace referencia únicamente a sustancias. Sino que también se trata de las dinámicas conductuales relacionadas con su consumo. La causa de ello está en que conocer la existencia de estos estupefacientes no tiene ningún significado si no se comprende también las acciones que provocan en cada individuo. Motivo por el cual muchos terapeutas de adicciones y trabajadores que prestan ayuda profesional intentan entender cómo funcionan estas consecuencias y cómo encontrar una rehabilitación.
Las drogas más populares en la actualidad
Aunque existe más de un millar de sustancias tóxicas, tanto éstas como las drogas más populares tienen el mismo elemento en común a pesar de sus diferencias. Ambas provocan alteraciones psicológicas y una modificación de la conducta de los individuos creando la necesidad de volver a consumir reiteradamente. Este círculo vicioso, que beneficia comercialmente tanto a individuos como a empresas, es la razón de que existan estupefacientes como los que hay a continuación.
Alcohol
A pesar de ser legal, también el alcohol es una droga muy consumida, muy peligrosa y prácticamente omnipresente. Entre las drogas más consumidas, es quizás una de las que causa mayor adicción y que genera consecuencias más graves con mayor probabilidad de muerte. Por otra parte, la edad de inicio al alcohol, en algunas sociedades es cada vez más bajo. Lo que eleva aún más el factor de riesgo.
El proceso de desintoxicación del alcohol es uno de los más difíciles de superar. La intensidad que viven la adicción las personas que beben demasiado supone un gran obstáculo para su rehabilitación.
Tabaco
El tabaco es otra sustancia tóxica con una capacidad altamente adictiva y que, muy habitualmente, se olvida de ser considerada como una de las drogas más populares y de carácter ordinario. También se trata de una de las más peligrosas por su impacto en la salud, y en especial, en el sistema respiratorio.
A pesar de que el tabaco no incide tan gravemente en el cerebro, tiene consecuencias muy severas sobre el sistema circulatorio. Con su consumo, aumentan las posibilidades de padecer cáncer, de recortar la esperanza de vida y de cometer un mal funcionamiento a nivel orgánico de la persona que lo consume.
Cocaína
Además de ser una de las drogas más populares, la cocaína es una sustancia psicoestimulante muy potente. Por otra parte, es quizás el estupefaciente que ha conseguido una mayor implantación en una gran variedad de contextos sociales.
Las razones de consumir cocaína se basan probablemente en los efectos que provocan. Causan una excitación y euforia a la persona que la toma que, en ocasiones puede suponer un entretenimiento o un apoyo laboral en entornos muy duros.
Anfetaminas
Las anfetaminas son una sustancia que potencia significativamente los efectos de otras dos que están presentes en el cerebro: La dopamina y la noradrenalina. Éstas actúan como neutrotransmisores facilitando el intercambio de datos entre la red de neuronas.
Debido a su alta capacidad adictiva, las anfetaminas se utilizan de forma legal sólo en casos muy específicos. Como por ejemplo, para el tratamiento de trastornos como la narcolepsia o el TDAH.
Metanfetaminas
Muy parecidas a las anfetaminas, las metanfetaminas también son una de las drogas más populares. Su naturaleza psicoestimulante y su alta capacidad adictiva la convierten en la joya de la corona del narcotráfico. No obstante, también se utilizan bajo receta médica para algunas situaciones específicas.
Entre sus efectos más destacados está la creación de un estado de excitación general. Posteriormente, se convierte en un estancamiento que causa agotamiento e insomnio duradero.
Cannabis
El cannabis o la marihuana es una droga particular que es capaz de generar tanto estados de calma y relajación, como de excitación y euforia. Algunas de las consecuencias de su consumo son el desorden psicológico y del habla, la desorientación y la inducción hacia estados de paranoia y de confusión.
En los peores casos, el cannabis puede generar alucinaciones y brotes psicóticos en personas que estén genéticamente predispuestas a este tipo de síntomas. Sin embargo, su capacidad de adicción es menor. Motivo por el cual es una droga más aceptada socialmente y usada para conectar con las personas del ambiente cercano.
MDMA
El MDMA también recibe nombres como Éxtasis o Molly, y su consumo está asociado a contextos de ocio nocturno y recreativos. Sus efectos provocan un aumento de la satisfacción y de la euforia que facilitan la socialización con las demás personas. A pesar de ello, provoca graves desajustes de la regulación de la temperatura corporal y problemas renales muy severos.
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